También las rosas son ingenuas y dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre

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lunes, 25 de junio de 2012

Ejercicios de madurez

En alguna parte leí que una de las características de madurar consiste en hacer cosas que no te gustan, o que no harías si pudieras evitarlas. Robert Fulghum en su libro "Cuando me acosté ya estaba ardiendo" dice algo parecido pero lo leí hace mucho tiempo y no quiero citar mal... a propósito, busquen el libro o cualquier otro de ese autor porque vale la pena.
Tengo que confesar que durante mucho tiempo he estado orgullosa de decir que jamás he hecho algo que no desee hacer. Quizás simplemente porque soy afortunada de amar todo lo que hago, apasionarme con facilidad, o simplemente proque soy terca y nadie consigue convencerme cuando algo no me parece bien (ni siquiera una muy querida amiga logró convencerme de que la acompañara al cine a ver Crepúsculo).
Pero resulta que llega un punto en que te das cuenta que las cosas no pueden o no deberían ser tan fáciles, que hay que probar un poco de disciplina; por último para tener algo anecdótico que contar más adelante.
Así que un ataque de inspiración y con todas mis mejores intenciones me apliqué a hacer algo que señale mi progreso hacia la madurez: cociné betarragas/remolachas. Claro que también debo especificar que cuando hago algo lo hago a mi pinta, o sea, no esperen algo tradicional.

Quizás no se entienda la trascendencia de este hecho si no explico primero que no soporto comerlas. Esa textura media viscoza, a veces fibrosa. Ese color tan fulminante que llega a parecer artificial y tiñe todo lo que lo rodea. ¡Y el sabor! Definitivamente lo que no soporto es ese sabor indeterminado. Probablemente desde que soy bebé y mi mamá me hacía tomar el jugo ese; nunca hice muchas mañas, pero ponganme remolachas/betarraga frente y verán lo que puede hacer una niña por no comer algo.
Desde hace varios años que mi pobre madre se resignó a no ponerlas en mi plato. En todo el tiempo que comí en el comedor de la universidad JAMÁS saqué una rodaja, y eso que era parte de las ensaladas de todos los días.
Con todo lo anterior pueden imaginarse el momento épico y esperado desde hace tantos años cuando pese a las dudas de mi compañera de casa que me acompañaba y sabía de mis planes (y se negaba a ellos, hay q decir también) tomé 2 pequeñas remolachas y las puse en el carrito del supermercado.
Y ahora redoble de tambores: La fantástica e inusual receta que salió de mi cocina fué...
¡Flan de remolacha!

Sí, señoras y señores. Un postre dulce en base a betarragas. No, no estoy loca.
Ya les dije que no soporto ese sabor incierto, que es dulce pero insisten en aliñar salado o a lo más con limón.
Así que adaptando la madurez a mis intereses cocí y licué las betarragas, les aguegué un poco de leche, polvos mágicos acordes, azucar y maicena. El tipico flan.

Las opiniones estuvieron divididas, los incautos que se ofrecieron de conejillos de indias no reconocieron o tardaron el reconocer el componente principal dle postre. Pero luego hubo un grupo de valientes que afirmó que lo preferían al budín de chocolate.

Así que misión cumplida. Estoy un paso más cerca de alcanzar mi madurez.

domingo, 24 de junio de 2012

Nombres otorgados

El tema de los nombres es sumamente importante para mi, y ya he comentado antes lo que siento sobre mi propio nombre; por lo que no puedo dejar de preguntarme, si me llamara de otra forma ¿sería distinta? ¿he dejado que mi nombre influya en mi forma de ser?. ¿Cómo distintos nombres y sus significados marcan el actuar de las personas?
Podría dar ejemplos que he visto, pero no viene al caso y no quiero que alguien pueda sentirse incómodo ante mi analisis amateur de su persona y mis opiniones. Más interesante que ello me parece centrarme en el tema de los apodos.
Porque los apodos también cuentan toda una historia.
Nominar a alguna persona de forma familiar tiene un impacto poco medido, crea un vinculo único, y por eso no todos podemos usar el apodo de cualquier persona. Algunos se reciben como simple diminutivo del nombre propio, otros a consecuencia de algún suceso. ¿Respondemos adaptándonos al sobrenombre asignado? ¿escogen llamarnos de alguna forma en particular por alguna característica que han visto? es una pregunta casi circular.
Lo más bonito de asignar el apodo a alguna persona es que este lazo se llevará por mucho tiempo y se irá profundizando. Tiene relación directa con las vivencias que se dan entre las personas y termina revelando un aspecto más real de la persona que el primer nombre que se recibieó al nacer.
Los sobrenombres se entregan en relación a algo que se ha visto, después de conocer a la persona y por lo general cuando se tiene una relación más cercana. Recordemos que las palabras son poderosas, que nombrar algo es parte de crear y también es una forma de entregar vida. Los apodos pueden terminar siendo el verdadero nombre de una persona al revelar su naturaleza. No es lo mismo que te digan "Coneja" o "Tormenta", por poner un ejemplo grueso y simple.
¿Qué apodo les han entregado a ustedes? ¿Cómo conviven con ellos? ¿Cuáles son sus sobrenombres favoritos? ¿Cómo llaman a sus amigos?

miércoles, 20 de junio de 2012

La paradoja del Heroe

Aviso: esto no es una critica de libros y puede contener spoilers.
Ayer aprovechando la sensación de descanso terminé de leer Sinsajo; para los que no saben que es eso les doy un comentario rápido que sirva para ubicarse en este post solamente. La tercera parte de los libros de Suzanne Collins "Los juegos del hambre" sobre una sociedad futurista similar al mundo feliz de Aldpus Huxley, sólo que al no estar equitativamente repartida la irresponsabilidad los oprimidos se rebelan (y la chica que sirve de rostro de la revolucion es el Sinsajo) y hay una guerra en condiciones similares a la de lso Juegos que eran un entretenimiento orgamizado por las autoridades para mantener reprimido al pueblo al mas puro estilo coliseo romano.
Ahora que todo está en contexto, a lo que venía a decir.

Entre el primer libro que lo terminé en 2 días y el segundo pasaron muchas cosas porque no me animaba a terminarlo y al final lo hice más por curiosidad y espiritu competitivo para que no me contaran el final. Es que el primero es interesante, pero los siguientes no lograron mantener mi atención constante... hasta que el fin del 2° te deja con una gran interrogante y no queda otra que empezar el 3°. Pero el efecto de ayer al terminar de leerlo luego de 2 días de trasnoche, 2 examenes y muchas despedidas más sumado al extraño estado en que me encontraba por esto de no saber reaccionar bien a mi último día de clases y otras situaciones varias que estoy viviendo, fue devastador. Quedé aturdida. Hechémosle la culpa también a los cuentos de Cortazar que estuve leyendo el fin de semana, o sea, ayer quedé como si una bomba me hubiera explotado.
Aclarar que el punto debil y fuerte al mismo tiempo de la escritora es ir contando las dudas en la mente de la protagonista a medida que la situación va empeorando, y en una guerra futurista las cosas se pueden poner más que muy feas. Entonces tantas dudas, tanto sufrimiento (y yo con mi mala costumbre de empatizar con todos y todo) acaban pesando en mí. Y por extrañas ideas aleatorias teminé recordando el final de "El señor de los anillos".
A mi entender el problema con las guerras es que nadie sobrevive feliz. Las guerras son capaces de cambiar a todos y nadie termina igual que cómo era cuando empezó; mucho menos el heroe. Pienso en Frodo que no pudo disfrutar la paz alcanzada en la Tierra Media, que no pudo descanzar otra vez luego de regresar; pienso en Spiderman, Superman, Batman y tantos otros super heroes que nunca pueden estar con la chica que les gusta porque siempre tienen que estar en la linea de batalla para mantener a los malos fuera de la ciudad y que los otros ciudadanos puedan estar tranquilos y lo pasen bien; pienso en Katniss que perdió lo que quería y aún años después no tenía fuerzas para enfrentar la vida... porque el epilogo lo dice como al paso, pero fui capaz de entender e imaginarla esos días malos que no se puede levantar de la cama porque la pena le quita las fuerzas a pesar de todo lo bueno que pueda tener al final.
... Y termino pensando en los doctores que conozco que viven más en el hospital que en sus casas, que ven a su familia de pasada, terminan siendo los peores enfermos y se vuelven un poco locos. Pienso en los estudiantes de medicina que para sacar adelante sus estudios sacrifican su salud con tantos trasnoches y sustancias toxicas que termian metiendole al cuerpo. Y vuelvo a pensar en ese principio básico de la alquimia que dice que para conseguir algo debes entregar algo de mayor o igual valor; y que nadie te avisa que para conseguir darle algo a los demás, primero tienes que renunciar a eso mismo que tú posees.

martes, 19 de junio de 2012

Se acerca el final

Hoy fué la última clase del cursado, o por lo menos la que se espera que sea la última si todo sale bien. Anoche fue la fiesta de despedida del curso.
Creo que tengo sentimientos encontrados, como que no he procesado todo lo que sucede. Creo que me siento feliz.
Es un momento tan esperado,  es parte de un proceso tan largo y aún falta tanto para poder decir que he terminado, que me cuesta reaccionar. Pero por otra parte no falta tanto, y hay gente a la que no volveré a ver... me siento mal de ser incapaz de tolerar las despedidas, debería estar sacando fotos; pero sé que lo importante no necita mucho para ser recordado.
Como que lo esperaba pero igual me sorprendió. Quizás cuando reaccione pueda redactar algo más coherente.
A todo esto terminar de cursar no significa nada. Aún tengo que rendir algunas materias de este semestre (hoy mismo en unas horas, por ejemplo) y otras pendientes. Por eso es que la vida sigue, por eso es que los procesos son continuos, por eso no puedo descansar aún.
¿Alivio? Sí ¿Asombro? También ¿Gratitud? Demasiada

miércoles, 13 de junio de 2012

Miedos

Miedo Global 

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. 
Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. 
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. 
Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados. 
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir. 
Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la falta de armas. 
Las armas tienen miedo a la falta de guerra. 
Es el tiempo del miedo. 
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo. 
Miedo a los ladrones y miedo a la policía. 
Miedo a la puerta sin cerradura. 
Al tiempo sin relojes. 
Al niño sin televisión. 
Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar. 
Miedo a la soledad y miedo a la multitud. 
Miedo a lo que fue. 
Miedo a lo que será. 
Miedo de morir. 
Miedo de vivir. 
Eduardo Galeano 

O aprendermos a manejar el miedo, o nuestros miedos nos manejarán a nosotros. 
Junto al desánimo y la culpa (entiéndase que me refiero a la culpa injustificada de los hombres buenos) es la carga que nos aprisiona y no nos deja vivir ni disfrutar. Lo irónico es que la mayoría de los miedos que tenemos son por cosas que nunca sucederán o que están fuera de contexto.
¿Cómo sería vivir concentrados en el presente? ¿Cómo hacer para disfrutar el momento? Más allá de disfrutar los detalles de la vida, ¿cómo hacer para sacarnos este peso de encima? Son muchos años de cargar acumuladas, de temores culturales adquiridos, de limitarnos por eventualeidades que ni siquiera tenemos claro.
Y tú, ¿de qué tienes miedo?

domingo, 10 de junio de 2012

El museo más entretenido que he visitado

Como parte de las variadas tareas que implican las materias de 6° de medicina (ver la película Up, jugar con yeso, contestar cuestionarios de sentido común, etc) tuve que visitar el museo de la Villa, dedicado al Dr. Habenitch.
A mi me gusta visitar museos, pero este en particular nunca me motivó en todo el tiempo que llevo acá; así que hoy no quedó más enfrentar la realidad antes que sea demasiado tarde y hacer los deberes como niña grande y madura que soy en teoría. 
Pero tengo que decir que fue de lo más entretenido, especialmente gracias a la compañía de Pau-pau.

Es el primer museo que visito que me dejan tocar todo, ojear libros de hace más de un siglo, manosear todos los objetos, hacer funcionar el torno del dentista y hasta tocar el órgano. Tal como lo leen. Yo no sé de música, pero por menos Pauli interpretó muy lindamente un himno. ¿Qué les parece? ¿cómo no iba a ser entretenido?

Así que no importa tanto que mezclen objetos de distintas épocas, o que la base histórica no esté tan clara. Por lo menos se puede disfrutar la historia de un modo directo y real.
Es que por lo menos yo necesito usar todos mis sentidos para percibir la realidad, sólo con ver de lejos no me basta; la mayoría de las decicionesla toco en base al tacto. Así que por eso se agradece esta visita.
Y ya me verán en un futuro próximo volviendo a leer detenidamente los libros.

Si les interesa concer el museo, está al final de la Av la Paz, Libertador San Martín, Entre Ríos - Argentina.

jueves, 7 de junio de 2012

Chocando con el karma

Llevo tiempo pensando en publicar esos momentos cargados de ironía en que la vida te devuelve tus palabraso acciones, pero nunca había vivido uno lo suficientemente grande que me motivara lo suficiente como para sentarme a escribir.

Comenzaré diciendo que no suelo recibir volantes en las calles, no me interesan y me parece un desperdicio de material y un atentado a la ecología; como sé que la persona que lo entrega no tiene la culpa, que simplemente necesita trabajar trato de ser amables con ellos y por lo menos sonreirles.
No soy yo, imagen ilustrativa.

Así que se imaginarán lo que ha sucedido: Sara ha empezado a trabajar de volantera.
Es un trabajo entretenido dentro de todo, lo más complicado fue el frio que hacía y los dedos congelados a pesar de los mitones. Saludé a mucha gente, me mostré más amable de usual con desconocidos y recibí más buena onda de la que entrego a los volanteros en la calle.
Aclararé también que para tranquilidad de mi conciencia y en consecuencia de mis principios entregaba sólo 1 papel por vez, nadie los tiró al suelo, trataba de verdad de captar clientes para el local y, lo más importaante, es un comedor que de verdad he visitado y puedo recomendar. Uno tiene limites morales a los que atenerse y no trabajaría en cualquier parte.
Lo más estresante fue el loco que estaba volanteando al lado para la competencia. Pero eso da más para anamnesis psiquiatrica que para cronocas de este blog; nunca falta la gente que está más loca que uno y sigue suelta por la vida.
Así que ya saben, la proxima vez que alguien les dé un papelito acéptenlo o por lo menos sonríanle, que podría ser yo por acá.