Dado que en mi casa (la de mi familia) no me avanzaba para nada el estudio, he vuelto a iniciar dentro de poco el claustro. Llegué el viernes y, luego de recuperarme, hoy me dediqyué a acomodar las cosas nuevamente. Entonces fue cuando llegué a la conclusión de que las casas definitivamente deben ser habitadas.
Obviemos el asunto del polvo que era obvio que se iba a cumular; y que los gatos no son suficientes para dar vida a una casa entera; y que hay huellas de algo que podía haber sido un ratón (prefiero no pensar en eso). Hablaré de mis tradicionales amigos aracnidos.
Sólo un mes y las arañas hicieron de las suyas en cada rincón posible, y no sólo rincones: también en superficies. ¡Si hasta encontré telarañas entre los cubiertos! No debí haberme sorprendido después cuando vi unas en el sofá cama.
Lo peor definitivamente fue una pequeña ventana que casi no sé para que está (aparte de para sumar esquinas para las arañas). Mientras la sacudía me fijé que había 2 ENORMES arañas, no las tipicas del resto de la casa, estas medirían cerca de 4 cms. diametro, eran descendientes directos de Aragog; y lo escalofriante es que no alcancé a matarlas, creo que sólo herí a 1.
Yo evito matar cualquier cosa, pero en diciembre hice un trato con los insectos: no se metan en mi territorio y no interferiré con hormigueros, telas ni demases. Considerando que esa ventana está en mi pieza sobre la escalera, tenía todo el derecho del mundo a limpiarla y acabar con los inquilinos extras.
La parte que me da escalofríos es que ahora hay 2 arañas que saben que traté de matarlas... y buscarán venganza, puede que traten de matarme a mi primero antes de que yo las acabe.