Había una vez un príncipe que se enamoró de una campesina, pero esta pareja no querida nunca recibía los buenos deseos de la gente del reino. Los dos enamorados con el corazón roto juraron que estarían juntos en la siguiente vida y cayeron en un profundo sueño… pero por alguna razón el príncipe volvió a la vida. El príncipe era un playboy y pronto volvió a sus antiguas costumbres, y la campesina siguió durmiendo...
Y aún hay quienes creen en los cuentos de hadas y princesas. Prometo un desvarío largo acerca de eso para cuando termine de rendir lo que hay que rendir, por lo menos las cosas urgentes.
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