Ajá, las clases empezaron lentamente, los animos están en recuperación, el periodo de exámenes quedó atras.
Se supone que la rutina debería regresar, pero la sombra del fracaso desanima los intentos de recuperar la vida normal de antes de antes de las vacaciones.
Porque me fue mal. Me presenté a un solo examen y fracasé. No me gusta usar el blog para desahogos tragicos y lacrimogenos, pero los hechos son así y no sé como decirlo de otra forma ni pintarlo de un modo más optimista. Y tampoco es facil armarse de valor para admitir y comunicar la situación, por eso desaparecí por tanto tiempo.
Luego no se que sentido tiene intentar contar más cosas. Y la concentración tampoco avanza. Los animos se fueron de paseo y las ideas no se quedan el tiempo suficiente para tomar la forma de una entrada y poder ser publicadas.
¿Qué será de nuestra desquisiada narradora en lo que queda del año? Por favor acompañenla con paciencia. Y sean amables con ella.
Trato hecho
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