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No son las mias. Lo siento, pero suelo decir la verdad derechamente y tengo que reconocer que mis galletas tienen muchas descripciones excepto "las mejores del mundo".
Se les puede llamar "galletas chinas de batalla" o "discos orgánicos de hockey", con lo que se puede hacer una idea cercana del motivo porque aún necesitan perfeccionarse... pero algunas almas caritativas insisten en que el sabor está bueno y ya tengo varias sugerencias para corregir el detalle de la textura.
Y seguiré intentando algún dia conseguir LAS MEJORES GALLETAS DE AVENA DEL MUNDO hechas por mi, porque es entretenido hacerlas y tambien podría considerarlo una especie de terapia antiestres... y porque la sesión de te con galletas que le sigue también es genial (mi primer intento de te de jegibre y limon superó los detalles de la horneada).
Así que Kari no podrá desacerse de mi en cuando terminemos de rendir (ahí está mi centro de operaciones). Y los puntos a considerar la proxima vez son: usar menos azucar para que no se caramelice, no poner granola (dejarlas sólo como de avena) y hornearlas menos. Veamos qué sale, en su defecto seguirá siendo una buena terapia universal.
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