Por eso me pareció importante compartir esta información que es muy apropiada y adecuada. Así la proxima vez podremos actuar mejor.
Para ayudar a un depresivo
- Evitar tópicos que hagan sentir peor o incomprendido al depresivo con consejos que en ese momento le es imposible tomar y lo harían sentir peor y culpable. (No repetir esos "trata de sentirte mejor", simplemente ofrecer cariño incondicional)
- No convencer al enfermo de que sus ideas no corresponden a la realidad. Mostrar comprensión y respeto por las vivencias del enfermo aunque no se esté de acuerdo. Mostrar la realidad.
- No dar falsas esperanzas que hacen sentir que se subestima la angustia, llevándolo a sentir más desvalorado y triste. Expresar prudencia, solidaridad y apoyo, que sienta la compañía y el apoyo con frases que demuestran que se está dispuesto a ayudar.
- Lo mejor que se puede hacer estar dispuesto a escuchar para que pueda sacar lo que tiene dentro.
- Su caso es común.
- Es curable si se sigue tratamiento.
- No es mortal ni enloquecedora, sólo dolorosa y a veces retardará un poco las capacidades.
- La enfermedad puede y debe ser tratada: puede ser un tratamiento largo, difícil y molesto, pero siguiendo las indicaciones la mayoría de las personas se recupera.
- Se pueden esperar recaídas, es parte de la evolución así que no hay que sobreestimar los buenos momentos ni desanimarse con los malos.
- Ser compasivos pero sin contagiarse por la tristeza o temores, fatalismo y pesimismo. No hacerlo sentir culpable.
- Colaborar con los objetivos del tratamiento: fijar objetivos modestos, concretos; observar que se cumpla la medicación impedir conductas autodestructivas y que se cumplan las prescripciones higiénico-dietéticas.
- Reconocer éxitos del enfermo, incluso los pequeños porque anuncian una mejoría más completa.
- Considerar los antecedentes y cómo supero algún episodio anterior para cuando haya recaídas, así se puede tratar de superarlo de la misma forma.
- Promover la esperanza, así disminuye la desesperanza.Es indispensable luchar contra el desaliento, no desalentarnos ni entregarnos aunque se tropice y se caiga. Empezar cada día desde el punto más alto.
Consejos generales para superar o prevenir un estado de abatimiento:
- Realizar actividades físicas como caminata o gimnasia: producen endorfinas que disminuyen el dolor, la ansiedad, el nerviosismo y aumenta la sensación de bienestar mental.
- Oxigenar el cuerpo y tener contacto con la naturaleza: al oxigenar el cerebro se experimenta una sensación de calma; se puede hacer ejercicios de respiración, de preferencia al aire libre.
- Dieta saludable sin tóxicos ni estimulantes: estimula el apetito y mejora la nutrición.
- Evitar el aislamiento, soledad y pasividad: no encerrarse en los propios problemas, compartir con los demás; estar aislado altera la química del cerebro favoreciendo emociones y pensamientos negativos, no hay que dejarse estar en cama aunque cueste.
- Expresarse ante los que nos rodean: idealmente estableciendo relaciones satisfactorias con los demás, al expresarse se alivia la aflicción y el desánimo y además los demás pueden saber cómo ayudarnos; el apoyo social es uno de los remedios más efectivos para combatir el desánimo.
- Luchar contra pensamientos pesimistas: desarmar la tríada cognitiva” ideas negativas sobre si mismo”, “interpretar el entorno en forma negativa” y “ver el futuro de manera negativa”, detectando los pensamientos negativos y luego confrontándolos con las evidencias o datos de la realidad para demostrar su insensatez, luego combatirlo con ideas optimistas.
- Controlar los circuitos de ideas negativas: los pensamientos perjudiciales que se nutren entre ellos reforzando las ideas negativas y llevando a un circulo vicioso; es necesario romper los circuitos de ideas que exageran los hechos negativos que subestiman o devalúan la importancia de los hechos positivos. Al cambiar de actitud se cambian los hechos.
- Evitar los pensamientos absolutistas de “todo o nada”: que se centran en extremos polarizados, introducir matices.
- No castigarse y autocensurarse: contrarrestar la autocrítica reemplazándola con autoafirmaciones positivas y de apoyo, dejar de enfatizar defectos y errores y reconocer virtudes para la acción y construcción de futuro.
- Rehuir los “deberes”: que se transforman en inalcanzables al crear expectativas desmedidas y cambiarlos por “preferiría” que se relaciona con aspiraciones y metas que se necesitan alcanzar en vez de exigencia opresiva y despótica.
- Prescindir de situaciones desagradables y estresantes: no concurriendo a lugares o actividades que fomentan la depresión.
- Reconocer los valores y virtudes propias: características que pueden estar enterradas por depresión y son parte del camino al bienestar.
- Aprender a disfrutar y tener satisfacción en lo que uno hace: disfrutar las cosas buenas que hay disponibles en la vida, para ello hay que empezar por reconocerlas.
- Promover la esperanza: luchando contra la desesperanza, desarrollando confianza en las propias fuerzas; estimular los recursos personales y movilizar las fortalezas anímicas y espirituales… creer que las cosas estarán bien aunque no se sepa cómo (pensar “esto es sólo una etapa”)
- Darle sentido a la vida: hacer planes y construir un sentido de propósito enriquece la vida y la hace más placentera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario