en que no eres capaz de razonar lo que dices y lo que deberías callar: llegan a ser terapéuticos. Consigues desahogarte de todo y tu mente queda vacía y livianita.
Probablemente el cansancio no es tanto, aún podría usar un poco de lucidez y hacer algún esfuerzo por autocensurarme... pero no sería tan entretenido. Si la vida te da una excusa, hay que usarla.
¿Quieren saber lo que dije y debí haber callado?
Mueran de curiosidad. Tampoco estoy tan loca como para confesarlo y repetirlo aquí...
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