El año pasado fue el primer año que pasé Semana Santa lejos de casa, porque aunque llevo tiempo por acá siempre había conseguido viajar; así que la distancia y necesidad obligó a ejercitar la creatividad para recibirlos los famosos huevitos...
... y si no podía contar con mi mami proveerlos como era habitual, no me quedó otra que hacerlos yo misma.
(Foto de archivo del año pasado que nunca llegó a publicarse)
Y en vista de los buenos resultados obtenidos, este año proseguimos con la tarea agregando nuevas variantes a la tecnica y productos. Fueron varias noches de trasnoche, pero la felicidad resultante y compartida valió la pena.
El sólo proceso de derretir chocolate puede llevar a ideas pecaminosas, pero ese no es el tema de ahora. No estoy segura de cuales son más bonitos, lástima que justo haya quedado sin baterias para documentar la canasta gidante que salió este año y ustedes puedan comparar tambien.
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