Se acabó el periodo que me tomé de vacaciones y nuevamente estamos en Argentina para preparar finales.
Pese a lo que se pudo entender de la entrada anterior, todo sigue igual: sólo me cambié de casa y coincidió con el viaje a Chile... y estando allá no tiene mucho sentido escribir ¿qué? Dudo que a alguien le interese saber los tipos de muffins que experimenté, las recetas que fueron extraña y alquimicamente modificadas o el nuevo bordado que empecé.
Pero todo lo bueno llega a su fin y si no quiero estar llorando en diciembre tengo que aplicarme con el estudio y acá es el lugar más indicado: cero distractores, y a eso le sumamos que ya no tengo conección a internet. O sea, alta concentración garantizada.
De todas formas, mi creatividad sigue intacta y no tardarán en aparecer ideas delirantes por acá.
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