Cuando es un día de vacaciones en pleno verano la verdad es que las pataletas que pueda hacer no afectan tanto la rutina, porque después de todo puedes esperar la hora de máximo calor y aprovechar de ducharte cuando el agua sale templada de las cañerías y tú tienes calor acumulado en el cuerpo. Pero cuando tienes que cumplir compromisos con horario la situación cambia y no queda otra más que soportar el agua de deshielo.
En esos momentos suelo imaginar que es parte de mi entrenamiento ninja, como esos que se ven en las películas resistiendo el chorro de agua fría estoicamente.
Una vez en una clase dijeron que para poder reemplazar el café de las mañanas la gimnasia vascular es muy energizante: terminar la ducha con un chorro de agua de fría progresivamente cada día, primero en los brazos hasta que al estar preparado terminas con el abdomen. Las contracciones de los vasos sanguíneos por el frío debería ser tan estimulante como un café.
A pesar que no suelo tomar café en la mañana, por lo que no puedo comparar los resultados, me da la impresión que puede ser un método efectivo pero no puedo garantizarlo
Lo que sí puedo decir es que entre el entrenamiento especial y mi talento para la invisibilidad, sería una ninja genial.
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