Como parte de las variadas tareas que implican las materias de 6° de medicina (ver la película Up, jugar con yeso, contestar cuestionarios de sentido común, etc) tuve que visitar el museo de la Villa, dedicado al Dr. Habenitch.
A mi me gusta visitar museos, pero este en particular nunca me motivó en todo el tiempo que llevo acá; así que hoy no quedó más enfrentar la realidad antes que sea demasiado tarde y hacer los deberes como niña grande y madura que soy en teoría.
Pero tengo que decir que fue de lo más entretenido, especialmente gracias a la compañía de Pau-pau.
Es el primer museo que visito que me dejan tocar todo, ojear libros de hace más de un siglo, manosear todos los objetos, hacer funcionar el torno del dentista y hasta tocar el órgano. Tal como lo leen. Yo no sé de música, pero por menos Pauli interpretó muy lindamente un himno. ¿Qué les parece? ¿cómo no iba a ser entretenido?
Así que no importa tanto que mezclen objetos de distintas épocas, o que la base histórica no esté tan clara. Por lo menos se puede disfrutar la historia de un modo directo y real.
Es que por lo menos yo necesito usar todos mis sentidos para percibir la realidad, sólo con ver de lejos no me basta; la mayoría de las decicionesla toco en base al tacto. Así que por eso se agradece esta visita.
Y ya me verán en un futuro próximo volviendo a leer detenidamente los libros.
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