Paper Stealer

Un joven elegante camina por una ciudad en ruinas. No es el único habitante, pero los demas ciudadanos prefieren no salir de sus casas a esa hora de la tarde. La ciudad parece abandonada, pero se adivina que hay vida detrás de las cortinas.

Su paso es rápido, tiene un objetivo en mente.

En esta época y lugar sería mucho más sensato dejar la colección como está, pero hay ciertos libros demasiado valiosos para arriesgarse a perderlos en cualquier pelea entre mafias y mañana será demasiado tarde por lo que ha oído al pasar (que no es lo mismo que oir de casualidad, porque algunos oyen pero no entienden).

Es un edificio alto, pero los balcones y enrejados le permitirán afirmarse bien. La biblioteca del departamento está accesible desde la ventana; antes tenía un buen sistema de seguridad, pero ahora el dueño está confiado en que los papeles comprometedores se guardan en la caja fuerte de un banco y a nadie le interesarían libros del siglo pasado o incluso antes...

Entrar es más fácil que encontrar el libro entre esas pilas de papeles amontonadas y desorganizadas de las estanterías, y cuando pensaba que sólo quedaba salir se escucha la primera detonación; habrá que apurar el descenso, por eso cubre el manuscrito con una funda especial y lo guarda en la resistente bolsa plana y delgada que lleva a la espalda. Una segunda explosión lo desequilibra y afortunadamente estaba a poca altura porque no consigue afirmarse y cae.

Había un guardia vigilando que cuando se acercó a comprobar qué había hecho el ruido recibió un golpe y quedó aturdido.

Un joven camina lenta y pensativamente de noche por una ciudad en ruinas. Nadie nota el pantalon roto, el impermeable empolvado ni la bolsa de lona que lleva en la espalda, porque eso es ya casi una imagen habitual en estos días. A lo lejos un edificio arde. El ladrón de hojas se pregunta no por primera vez si esto vale la pena, pero sabe que mientras dure la guerra no quedan muchas otras opciones y las noches como esta seguirán repitiéndose: esta es su propia batalla y aún falta para terminarla.

Relato corto, dedicado al verdadero y no tan heroico ladron de hojas… casi inspirado en la vida real.

Espero que lo pases lindo hermanito. Feliz cumple.