Bagheera tiene nueva casa

Hace tiempo apareció en el patio de mi casa un hermoso gato negro. Maullaba como loco y se escuchaba raro, como que tuviera las cuerdas vocales dañadas; además era arisco y desconfiado, pero se notaba que tenía clase y era elegante. No soporto dejar a los gatos depender de sus instintos para alimentarse, así que le emepcé a dar comida (los celos de mi gata y el presupuesto que se fue a las nubes son otro tema) y de a poco el gato empezó a dejarse acariciar y ya no sólo pedía comida sino también atención y cariño.

Todos necesitan ser llamados de alguna forma, así que empecé a proponerle nombres; contarlo parece de locos, pero en ese momento me parecía lo más lógico preguntarle al gato cómo prefería ser llamado. Con un gran despliegue de creatividad me basé en sus características para las primeras propuestas: Kuroi Neko (gato negro en japonés), Kuroi Hoshi (estrella negra idem), Kuranosuke (pensando en el nombre de mi futuro pez). Y la verdad ya no recuerdo todas las propuestas que venían a mi cabeza, hasta que se me prendió la ampolleta y asumí que al gato no le interesa el japonés y que parece una pantera, así que en otro gran despliegue de suma creatividad e inspiracion le dije "Bagheera", como la pantera del libro de la selva. Y no estoy loca ni miento, pero en ese momento el gato me miró y movió las orejas lo que interpreté como un gesto de conformidad, así que su nombre quedó decidido por mutuo acuerdo.

Hay que decir que podía ser intimidante para las personas no acostumbradas a los gatos, pero era sumamente mimoso. Claro que llegó un punto que no pude seguir dándole toda la atención que quería y que le daba a Mausi, y entonces llegaron vecinos nuevos al departamento del lado y se dedicaron a malenseñarlo. Pero como nada puede ser perfecto ellos le pusieron su propio nombre y en atención a sus maullidos estridentes aunque ya no tan roncos como antes lo nombraron Pavaroti (y será que lo asocio tan bien con ese nombre también por lo grande y negro)...

Hasta que llegó el tragico momento que vi un anuncio en facebook de unas personas que buscaban su gato perdido. Era negro, gritón y se llamaba Pantero. Cosas de la vida, por eso mismo reaccionó cuando le dije Bagheera.

Como ser civilizado y empático que soy, los contacté y les dije que llevaba tiempo viendo un gato negro, grande y gritón en mi casa. Los dueños vinieron y aunque no estaban seguros de la identidad porque muchas cosas cambian en más de un mes y todos los gatos negros se parecen, se lo llevaron casi contra su voluntad. Y los vecinos se sintieron conmigo. Y yo sé que Bagheera me extrañará.

Pantero Scholtus